28 septiembre 2010

Capítulo 1P. "Volver a empezar"

Durante dos días discutimos si teníamos que empezar una nueva parte, si éste era el capítulo 1 o el capítulo 23. Bueno, quedó claro qué fue lo que decidimos. Un ciclo se cerró.

Santa Rosa, campeón culturalista, queda en paz con la historia.

Ahora va por la gloria.

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Nos quedan imágnes de Tío Pumba y Papá de Milton en la Cena de los campeones, sacándose fotos con la Copa. Che, está buena la Copa. Nos queda conocer la del Provincial, pero esta está buena en serio, es casi tan linda como la Champions. Hay que motivarse por la estética también.

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Como un anuncio, Santa Rosa termina y es campeón con Darregueira, y ahora empieza y enfrente también está, saben quien, Club Darregueira. Prometemos que si ganamos el provincial nos volvemos acá a sacar una foto, acá donde empezó todo.

Primer tiempo. Jugamos parecido a lo que se jugó en Abramo. No nos hicieron dos goles de casualidad. Tío Pumba dice su frase célebre: "Los goles que no hacés en el arco de enfrente los pagás en el propio".

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Segundo tiempo. Comemos galletitas dulces Chips, marca Turimar. Un paquete cada uno nos comemos, de 500 gramos.

Santa Rosa rema en dulce de leche. Y va llevando la pelota adelante, Darregueira se achancha, se juega un poco por abajo pero sin tener espacios abiertos, hay ollazos y pases de más, y de menos. Pero Santa Rosa va a empatar, estamos convencidos.

Lo inevitable sucede con centro de Abrigo y gol de Coqui, una combinación tan conocida como imposible de evitar. Pero van 37 minutos.

Nos lamentamos por un lado: tardamos mucho en empatar, qué cagada. Y por otro lado decimos, che, seamos buenos, el partido va a salir así y el resultado va a ser justo.

Pepe Díaz entra al área, hace el amague de un amague, la pelota le queda a Coqui, patea y es gol. Tomá, mirá vos. "Qué jugadas. Parecen el Diablo Monserrat y el indiecito Solari", dice abuelo de Milton, acostumbrado a hacer comparaciones riverplatenses incomprobables.

Mirá por donde, tan raro, llegamos al mismo resultado de hace dos semanas.

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Evaluación global del partido. Muchas tuercas que ajustar, pero no queremos apurarnos y decir cuáles. Aparte estan disculpados, es un partido para ir desperezándonos, y el equipo está bien, la prueba es que puede ganar sin merecerlo, casi sin proponérselo.

Bueno, tanto como eso no. Si no no lo hubiéramos gritado.

Abrazos.

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Darregueira 1 - Santa Rosa 2

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El partido se jugó en el estadio "El Tunal" de Darregueira. La temperatura era de 16 grados. Allí había 156 hinchas del local visitante y 81 hinchas de Santa Rosa. Nuestra reserva volvió a jugar y también ganó: 7 a 0.


El albo formó con Bruno Michelena, Diego Calvente, Pablo Alanís, Lucas Francia y Fabricio Pérez; Gastón Lezcano, Diego Metz y Gabriel Sayago; Federico Wagner; Coqui Susvielles y Ariel Abrigo. En el ST ingresaron Eliazer Díaz y Gerardo Ferreyra.

23 septiembre 2010

La novela del Campeonato

Esto es así: Título, una frase del post, resultado.

Capítulo 1. Como lo ves, nada cambió. "A los cuatro minutos, el Lezcano de ellos tira desde un ángulo muy cerrado pero hace pim en el palo, y pum afuera. Sabino y Cartucho la pasan mal, All Boys entra enchufadísimo en el medio y nos ganan todas las pelotas. Arriba ni existimos. Cuando van veinte, Papá retoma el pronóstico de Tío Pumba y dice: Okey, quedamos así: si no nos meten un gol en el primer tiempo, capaz les ganamos uno a cero en el segundo". Primer Arielazo en la Spinetto, Santa Rosa 1 - All Boys LTA.

Capítulo 2. Esa luna sigue ahí. "Antes del partido, en un mundo donde todo pasa muy rápido, se impuso el nombre de Mario Montigni a la tribuna popular clásica, la de la calle Ameghino. Con una gran foto donde siempre te estaremos viendo. Sí, todo pasa muy rápido, seamos felices ahora y no renegemos por pavadas". Doblas nos atendió 3 a 0 en el Mateo.

Capítulo 3. El último día fácil. "Milton quiere hacer notar que el puente elevado por el que los jugadores ingresan al Estadio es genial, épico, parecen gladiadores que entran el circo romano". Ganamos 3 a 0 en Winifreda.

Capítulo 4. Equinoccio. "Papá de Milton tiene que prender el termotanque que había apagado para ahorrar durante el verano. Mientras reponemos energía comiendo un cacho de queso que le compramos a los menonitas, nos damos cuenta de que ha comenzado el otoño. Así, el largo verano termina y uno casi ni se dio cuenta de cómo fueron las cosas, sabe que estuvo entretenido, pero piensa que tal vez tendría que haberlo aprovechado mejor. Bueno, igual nunca se sabe, en otoño habrá también días soleados". Empate 2 a 2 con Villa Germinal.

Capítulo 5. Ví algo que me gustó. "En el peor de los escenarios, ante un rival implacable para aprovechar errores, el equipo mostró rebeldía, solidaridad y aplomo. Mereció hacer el tercer gol y tal vez lo hizo, sólo que Chicote no lo vio o no lo quiso ver. Y en el aire estaba la idea de que si Santa Rosa metía el tres, después metía el cuatro y empataba". Ah, sí, Belgrano nos ganó 4 a 2, allá.

Capítulo 6.433/442. "Son las seis y cinco de la tarde. Fefé Suarez va corriendo como loco al área de la calle Ameghino. Si este nos empata de cabeza, dice Tío Pumba, me corto las pelotas con un tramontina". Pero no empató, y Santa Rosa le ganó 2 a 1 a Macacheen.

- Capítulo 7. Las fuerzas del universo. "Santa Rosa ayudó a que las fuerzas del universo actuaran. Condorito empujó la sucesión de los hechos con un cambio raro: se va Epinal, a la cancha Walter Nicollier. Durante unos quince minutos, Santa rosa pone en cancha cinco delanteros. Todo al asador, el único que marca al medio es Lucas Francia". Santa Rosa 2 - All Boys 2.

- Capítulo 8. Mi único héroe en este lío. Tío Pumba maneja el Torino azul, lanzado a velocidad máxima por la lineal y apacible ruta provincial. A 92 kilometros por hora vamos. Pero el Torino está muy bien de suspensión y Milton puede aprovechar para acortar el viaje leyendo. Ha comenzado a leer una historieta que le dio Papá de Milton, El Eternauta. Y empieza por el principio, lee el prólogo de Oesterheld. Y entonces lee: "El héroe verdadero de El Eternauta es el héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así mi sentir intimo: el único héroe válido es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo". Fue cuando Santa Rosa, de visitante, le ganó a Doblas 3 a 1.

- Capítulo 9. No es un casete de Jorge Corona. "El segundo tiempo por momentos fue aburrido. Aguantátelas, macho, nos decía Tío Pumba, esto es un campeonato de fútbol de primera y no un casete de chistes de Jorge Corona. Si vamos ganando y no nos ponemos en riesgo, está bien para mí". Le ganamos a Winifreda 2 a 0.

- Capítulo 10. Oportunidad, mérito y conveniencia. "La pelota va a Ariel que ahora llega antes que el zaguero. Está de frente al arco y le va pegar cómodo. La pelota entra y se envuelve con la red como un tenedor en el puré. Tío Pumba, que está muy sensible estos días, corre cincuenta metros hasta el lugar donde los jugadores se apiñan culeándose entre ellos al festejar y prorrumpe en llanto. El arco, el lugar y la escena es igual a la del gol que el año pasado nos dio el primer gran empujón hacia el ascenso, aquel partido de Sarmiento 1 – Santa Rosa 2. Papá de Milton ha visto el gol. Abre bien los dos ojos, mira al línea para asegurarse de que vale, y dice “gol”, mientras cierra en un puño la mano izquierda. Nada más. Le preguntamos por qué, y nos contesta: Es un gol injusto, no tendríamos que festejarlo". Pero lo festejamos: Arielazo para ganarle uno a cero a Germinal un partido chivísimo.

- Capítulo 11. Pasar de pantalla. "Un dato de color del partido. En muchos momentos, nos damos cuenta que el volumen de la radio nos queda corto, que aunque lo pongamos al máximo no podemos oír a Seba Borthiry. Nos acordamos de una vez, en la cancha de la Ruta 5, éramos 32 espectadores del Albo, y Papá de Milton decía: estamos sentados en un volcán dormido, ahora hay que tener la antorcha encendida, pero esto en algún momento va a explotar". Empatando con Belgrano en dos, Santa Rosa quedó clasificado para el Mayor.

- Capítulo 12. Entretiempo. "Nuestra reserva ganó cinco a cero y estuvo a minutos de pelear el campeonato, pero Belgrano, la puta madre, ganó agónicamente". PArtido de transición que perdimos tresa a cero.

- Capítulo 13. Waka Waka. "Al llegar acá Milton se encontró con muchas novedades: por primera vez en dos años Condorito no es el DT, hay un kartódromo en nuestra vieja cancha y hay una nueva joggineta del Club que es preciosa y que Milton debe poseer. Milton, recién llegado, deberá preguntar si está o no a la venta". Le ganamos a Doblas 3 a 1, primera fecha del mayor.

Capítulo 14. El día después de mañana. "Bueno, la ola polar se vino con todo en serio. Papá de Milton jura haber patinado con sus rollerse de cuchillas en la superficie congelada del Mateo Calderón el Domingo a la mañana. Tío Pumba sostiene que todos los días serán más fríos que el anterior, hasta que no quede más nadie vivo. Que es el calentamiento global lo que provoca que los fríos se hagan más extremos y que todo terminará en 2012, como lo dice la película y las perdicciones mayas. Esto nos da margen para terminar este campeonato y jugar una temporada más. Después vamos viendo". En Rampla, le ganabamos a Villa Iris 3 a 1. O al revés.

Capítulo 15. Mente en blanco. "Tío Pumba despertará de su sueño un rato después. Cruza las piernas sobre el piso, en posición de loto, mira el fixture del campeonato, ingresa los datos para la tabla en Excel, piensa un rato, medita, hace ohhm. Finalmente dice: No pasa nada. Vamos a ganar, con dificultades, pero vamos a ganar. Hay un montón de amor que nos va a elevar y estamos del lado positivo, luminoso y puro de la fuerza".

Capítulo 16. Hoy hice arroz, lo hice para vos. "En el ping pong flipper que se jugaba al borde del área grande All Boys tuvo como cinco o seis balines, y el último le entro, empujado por Guerra. Papá de Milton, escondido entre los tablones bajo una de esas viejas mantas tucumanas tejidas que sofocan sin abrigar, dice: mierda". Se nos escapó al final, 2 - 2 con All Boys.

Capítulo 17. No alcanzo a ver pero da igual. Vamos en el Torino azul del Tío Pumba y durante todo el camino las hermanas de Milton escuchan los dos discos de The Fame Monster de Lady Gaga. Poker Face es una gran canción, pero Ba ba ba ba da da da es sin duda el himno del momento, lo cantamos incluso en las partes en francés. Tío Pumba tiene un bombo chiquito y como lo lleva en la falda, golpea al momento de empezar el tema, sincronizándose con el ritmo. Y dice: "¿escuchás? es el latido del corazón frente al llamado del destino". Le ganamos 2 a 0 a Darregueira.

Capítulo 18. Gotas del mejor champán, en un vaso medio vacío. "El juego del fútbol presupone la crueldad, la ilusión y la decepción, la adversidad. Participar en él implica sumir la posibilidad de que todo eso existe y que en el mazo están todas las cartas, inclusive las de errar dos penales". "Convicción: saber que si se juegan así, igual o parecido, los próximos tres partidos, Santa Rosa va a salir campeón". Empatamos uno a uno con Doblas.

Capítulo 19. Dos horas antes. "Esto es todo, amigos. Se ganó, que pase el que sigue: faltan tres. Nos vemos en Abramo". Santa Rosa le ganó uno a cero a Rampla Jrs.

Capítulo 20. Una hora antes. "Tal vez nos vino bien que la cosa haya venido tan de culo. Estar tan cerca de enredarnos con un alambre en Abramo nos hizo acordar cuánto nos importaba todo. Todos los nervios que podíamos pasar el dominmgo que viene los gastamos ayer, espero. El que salga a la cancha en la Spinetto va a ser un equipo más templado y más curtido que All Boys, que viene de una apática victoria". Nadie nos va a sacar de la cabeza que el verdadero partido del campeonato fue ese. Abramo 2 - Santa Rosa 3.

Capítulo 21. La hora de la verdad. "Cuando íbamos para la cancha, nos acordábamos de todos los neutrales que nos habían dicho en la semana que All Boys nos cagaba, ganando o empatando. Milton creía que esos pronósticos no tenían en cuenta varias cosas técnicas, pero sobre todo anímicas y de historia, que explican la superioridad de este plantel sobre su rival: nivel de identificación jugadores - camiseta, compromiso equipo - técnico, cohesión de grupo y hambre de campeonatos". Santa Rosa, de visitante, le quita la vuelta de la boca a All Boys ganándole 2 a 0.

Capítulo 22. Los buenos ganan. "A cada rato, Tío Pumba dice ¡la bandera, la bandera!, y baja la bandera, pero es porque quiere que baje el telón de la función. El telón, de 40 metros por 10 metros, nos cubre a todos, ahí sí vemos la vida en blanco y negro. No lo hace de orgulloso, sino porque tiene miedo. No quiere ver el partido, quiere que los colores nos tapen y nos protejan de los lados oscuros de las fuerzas. No nos importa tener una estrella más, ganar un campeonato, gritarle en la cara algo a All Boys, son cosas que sí nos gustan, pero estamos acá por otra razón, porque queremos ver si es cierto que los buenos ganan. Una vez." Ganamos el partido y el campeonato.

Gracias totales. El domingo que viene, la aventura continúa.

17 septiembre 2010

La Cena de los Campeones

Sabado 25/09 - 21hs - Escuela 180

Cena Show - Servicio de Catering "Las Viñas"

Valor de la Tarjeta: $100

Venta de Tarjetas: Las Viñas, Gonzalez Nº754, TE 414900

No faltes . . .

Vamos a ir con Tío Pumba y hacer esta coreo con los jugadores de Santa Rosa e Independiente de Doblas de la canción que es para nosotros el HIMNO del campeonato 2010.




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16 septiembre 2010

Mas de la libretita de Tío Pumba

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Una de las cosas que se han dicho del equipo es que tiene un excelente estado físico, que empezamos a trabajar desde el 4 de enero, que tenemos huevos y corazón, que en eso y tal vez por eso superamos a los rivales.

Para que vean cómo es cierto, miren esto.


A lo largo del campeonato, (22 partidos) en los primeros tiempos hicimos en total 17 goles y nos hicieron 15.

Pero en los segundos tiempos, cuando las piernas se cansan, nos fue mucho mejor: hicimos 22 goles y nos hicieron nada más que 10.

El chiste está ahí: el equipo se banca mantener la intensidad, juega siempre al mismo ritmo, y eso se nota en los segundos tiempos.

Así que a seguir entrenando ahora. La aventura continúa.

Abrazos

13 septiembre 2010

Capítulo 22: "Los buenos ganan"

Toda la semana nos sentimos raro. A cada minuto estábamos despedazados entre digerir el festejo de All Boys, un chicle que queríamos tener para siempre en la boca, que cada vez era más rico, pero también teníamos que resetear la compu para la última fecha.

Ojo, había que ganarle a Darregueira. Cada vez que encontrábamos a un jugador, pensábamos, uy, si se lo decimos, van a pensar qué mala onda. Entonces no se lo decíamos. Pero lo pensábamos: Darregueira no es menos que Unión y Amistad, y esa vez no pudimos, se acuerdan?

Incluso, más, fíjense, si quieren les pongo mil ejemplos. Preguntale a Lavolpe: Boca tenía que empatar con Belgrano descendido en la Bombonera, y perdió. Desmoralizado, luego Estudiantes le termina dando vuelta el partido. Todos nos ponemos un poco pesados con el tema hasta que Mamá de Milton lo reta a Papá de Milton y Tía Irina hace lo mismo con Tío Pumba. Entonces nos pasamos mirando el Bailando, Tío Pumba está de acuerdo con Fort con que el árabe no se baila con tacos. Pero mientras dice eso, todas sabemos que está pensando, por dentro: "ojalá le ganemos a Darregueira".


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El albo es la vida en blanco y negro, la vida es multicolor cuando sale el albo y el cielo baja a darnos un beso en forma de nubes de magia y calor. Se saca la foto para el álbum, para la historia, pero la historia hay que escribirla, con letra firme, prolija, o con la que salga.

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Pero sale bien, no hay que borrar y volver a escribir. Santa Rosa entra al partido, pega cuatro gritos, y el partido se le acerca como un perrito que vuelve para la casa.

A los dos minutos centro de Pablo, Francia, clank al palo, Lezcano cabecea y la pelota entra en cámara lenta, por primera vez.

A los veintidós minutos centro de Pablo, Coqui la va a buscar al fondo y la trae al pie, la mete al medio, donde Fabri Pérez está solísimo y le queda una pelota tranquila, que entra en cámara lenta, por segunda vez.

Santa Rosa se perdió muchos goles, debió ganar 4 a 0, entre lo que nos comimos y alguna que atajó el "12" de Darregueira. El gol de ellos fue un accidente de tránsito en el área, un cabezazo de Pablo Alanís que, ups, sale para atrás y otra vez también, entra en cámara lenta en el mismo arco de la Ameghino.

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A cada rato, Tío Pumba dice ¡la bandera, la bandera!, y baja la bandera, pero es porque quiere que baje el telón de la función. El telón, de 40 metros por 10 metros, nos cubre a todos, ahí sí vemos la vida en blanco y negro. No lo hace de orgulloso, sino porque tiene miedo. No quiere ver el partido, quiere que los colores nos tapen y nos protejan de los lados oscuros de las fuerzas. No nos importa tener una estrella más, ganar un campeonato, gritarle en la cara algo a All Boys, son cosas que sí nos gustan, pero estamos acá por otra razón, porque queremos ver si es cierto que los buenos ganan. Una vez.

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Milton piensa, uy, estamos desenfocados, fijate que hasta cambiamos la camiseta dando por hecho que hay vuelta al final. Y cambios testimoniales. Pero simbólicos, con apellidos gruesos: Urigüen, Cambur, Nicollier. Fueron, también, una forma de invocar el pasado del club. Un Nicollier tenía que estar.

Pero entonces volvemos a ese partido que hay ahí abajo. Mirá si estos tiran una pelota al área y le pega en el brazo a alguien, protestamos, nos quedamos con uno menos, no tenemos margen. Por un momento pensamos en la humillación que sería no ganar esto que está tan ahí, que se te caiga el chorizo de la boca y se llene de tierra, pensamos eso, y decimos


- ¡bajá la bandera! bajá la bandera!

Porque no queremos ver. Faltan dos minutos para las seis de la tarde cuando empezamos a putearlo a Arias para que lo termine, pero ya tenemos la boca seca de tragar saliva. No sé si fuimos nosotros, `pero alrededor nuestro, la gente se divide en los que cantan y bailan y los que estan medio julepeados. Qué alguien haga algo, dice Milton.

En diferente actitud, abuelo de Milton se cierra el saco, se trepa al alambrado y le grita a Paulo Arias "Terminalo, granuja!".

Su voz tranquila y débil penetra en la cancha justo con un Mateo que ha hecho silencio inesperadamente.

A Paulo Arias le han dicho de todo en su carrera, pero cuando oye "granuja" queda descolocado. Es consciente de que en este partido no hay un campeonato, hay un problema moral.

Por un momento, mira el piso, mientras la pelota vuela por encima de su cabeza. Levanta la cabeza, ve el cielo, se lleva el pito a la boca. Arias toma aire por la naríz, infla los pulmones, hincha los cachetes, le da la espalda al balón. Abre los dos brazos en forma de Y griega. Gira 90 grados, en cámara lenta. El cielo muestra un rayito de luz que pega en la bandera de Mario Montigni.

Arias junta las piernas y ya señala el centro de la cancha.

Todos soplamos, y el también. Desinfla los cachetes y el tiempo está tan detenido que la velocidad de la luz le gana a la velocidad del sonido, pasa como una hora hasta que escuchamos

el primer pitido,

el segundo pitido,

el tercer pitido, largo, melodioso, picante, celestial, eterno


que todavía nos zumba en el oído.

Todos saltamos para festejar y nos abrazamos. No es por nosotros.

Es por el mundo, acá, un lugar y un tiempo, donde los buenos ganan.



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Miren bien esto, acuérdense. We are the chanchos, we are the chanchos. Porque cuando pasen veinte años, nos vamos a seguir acordando. Esto es para nosotros, decimos mientras hacemos el baile de la iguana en el círculo central. Y le damos un beso a Mamá de Gaby, un abrazo a Sabino Agüero, llevamos en andas a abuelo de Milton y hacemos otra vez el baile de la iguana al lado del monumento a San Martín.

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Nos quedan el análisis del partido por partido del campeonato, que va a escribir Papá de Milton, y el análisis técnico con estadísticas que sacamos de la libretita de Tío Pumba. Esta es la ficha del partido de ayer.


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Santa Rosa 2 - Darregueira 1

El albo formó con Bruno Michelena, Diego Calvente, Pablo Alanís, Miguel Quiruleff y Fabricio Pérez; Eliazer Días, Lucas Francia y Gabriel Sayago; Gastón Lezcano, Coqui Susvielles y Ariel Abrigo. En el ST ingresaron Mauricio Rambur, Walter Nicollier y Vaca Urigüenz. El partido se jugó en el Estadio "Mateo Calderón". El juez fue Paulo Airas, que demostro como se puede arbitrar un partido sin sacar ni una amarilla. La temperatura era de 16 grados. Allí había 16 hinchas del visitante y 1318 hinchas de Santa Rosa que dieron la vuelta olímpica,

siguieron por la Ameghino,

izaron la bandera en el mástil de la municipalidad,

fueron hasta la fuente de casa de gobierno,

volvieron al club

y todavía están todos dando vueltas como un trompo.

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Hoy más que nunca, abrazos.

De la libretita de Tío Pumba

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Treinta fueron los jugadores que en algún momento entraron a la cancha, en los veintidós partidos del campeonato.






Jugadores muy importantes, NO OLVIDAR!

Marcelo Costantino, Fer González, Cartucho Maidana y Martín Montigni, nuestro amigo Oscarcito Bravo, Tachuela García y Ezequiél Andrés, en fin, todo ellos, y,

por supuesto,

el gran Sabino Agüero!

Salud campeones!

Fotolog





06 septiembre 2010

Capítulo 21: "La hora de la verdad"

Una hora antes para el Torino Azul frente a casa. Pasa a buscarnos Tío Pumba, que para mantener la cábala del primer partido (Capítulo 1, 28 de febrero, "como lo ves, nada cambió", ¿se acuerdan?), va a ir a la cancha con traje y corbata de casamiento. Le preguntamos a Abuelo de Milton si quiere ir, o no. Abuelo de Milton pregunta con quién jugamos. Con All Boys, le decimos. Ah no, pero le van a ganar muy fácil, dice. Jodido era contra Abramo.

Nos juntamos entonces Papá de Milton, Milton y Tío Pumba, y hacemos un ritual, abrazados, decimos: haber llegado acá ya es un logro, es el lugar donde teníamos que estar, y pase lo que pase hoy nos vamos a ir muy contentos.

Mientras tanto, Tía Irina y Mamá de Milton preguntan quién es el capitán. Luego buscan el celu de Pablo Alanís y le mandan un mensaje para amenazarlo: "Más vale que ganen, porque si no los tenemos que aguantar a estos pelotudos deprimidos toda la semana".


***

A pesar del pronóstico de Abuelo de Milton, la primera mitad del primer tiempo nos pasearon un poquito. Ayer, acordánonos del asunto, Papá de Milton le decía a Milton que no fue para tanto. Eran marcas que se perdían por medio metro, no dos tipos que quedaban solos frente al arquero. Y marcas que se perdían con el defensor siempre quedando del lado de adentro, con lo que el tipo que agarraba la pelota tenía cerrada la línea de pase al medio. Bueno, ahí Papá de Milton hace un dibujo para demostrarme que sí, nos pudimos comer perfectamente algún gol en esa parte, pero que no era una calamidad como la del primer tiempo en Abramo donde todo el tiempo nos llegaba uno al área con pelota dominada.

En la segunda mitad del primer tiempo Santa Rosa demostró que yendo para adelante era otra historia, tenía alguna rotación y todos querían jugar, no sacarse la pelota de encima.

Muy bien Susvielles aguantando y saliendo, pero sobre todo, impresionante Abrigo, tremendo hincha pelotas para joder desde la salida y después muy enchufado para abrirse juego. Hubo un goúuu cuando Lucas Francia hizo una chilena de capoeira con la que casi se desnuca pero Bartel la tapó bien. Eso, y un tiro de Ariel por encima del travesaño.

Al final, All Boys consiguió su misión y se fue a los vestuarios siendo casi campeón.

***

Una forma corta de explicar lo que sigue es la siguiente: All Boys no se presentó a jugar el segundo tiempo.

***

Cuando íbamos para la cancha, nos acordábamos de todos los neutrales que nos habían dicho en la semana que All Boys nos cagaba, ganando o empatando. Milton creía que esos pronósticos no tenían en cuenta varias cosas técnicas, pero sobre todo anímicas y de historia, que explican la superioridad de este plantel sobre su rival: nivel de identificación jugadores - camiseta, compromiso equipo - técnico, cohesión de grupo y hambre de campeonatos.

Dos cosas muy importantes parecían malas y terminaron siendo buenas.

Primera, Santa Rosa, al venir de atrás, no tenía otra que ganar, no se podía confundir especulando. Mientras que All Boys, inconscientemente, y algo de eso se dijo en el vestuario auriazul, cuando vio que no podía meterla enseguida pensó que podía laburarlo desde el empate, ("que lo ganen ellos"), apostó a esperar que Santa Rosa se desespere, y en ese momento empezó a perderlo en la cabeza porque se achanchó.

La otra también es una desgracia con suerte. Desde que llegó Sauro All Boys tuvo la mala suerte de resolver muy fácil todos los partidos. Fue un paseíto al trote, con mucho de amistoso, sin nudos en la garganta ni tener que remar en partidos intensos.

En cambio, Santa Rosa llegó sufriendo. Mucho. No pudiéndole ganar a Abramo acá, empatando en Doblas después de errar dos penales, ganándole con angustia a Abramo allá después de ir perdiendo dos veces. Pero lo bueno de eso es que el equipo llega al clásico con la cabeza acostumbrada a partidos duros, lo que lo ayudó a no desesperarse cuando las cosas le salían mal.

Al revés, All Boys se desenfocó demasiado después de recibir el primer gol y se abrumó cuando le metieron el segundo. No se dio cuenta que con un solo gol que nos metiera, de cualquier modo, nos hubiera puesto en serios problemas.

***

Durante todo el primer tiempo Abrigo probó diez centros en distintas distancias, hasta que a los tres minutos del segundo tiempo encuentra, en el rebote de un corner que el mísmo había pateado,

la medida del centro perfecto.

La pelota, en el aire, piensa: ¿Calle o Pepe?

Y es Pepe, jugador de discreto primer tiempo, que encima casi es cambiado por un golpe feo a los 40, el que la mete a los 3. Ese gol nos pareció igualito al mismo que hizo Pepe en Abramo. Sauro no estudió los videos (?).

***

Santa Rosa empezó a tomar muy bien las marcas. Guerra, Lucero y Baldissoni quedaron desconectados de la línea telefónica, se mandaban SMS para ver dónde estaban. All Boys intentó por el lado derecho pero avanzando a los tumbos. Y no tenía respuesta desde el banco.

Pero el partido estaba tenso. Si no hacíamos un gol, si lo dejábamos vivir, nos iba a pasar lo de la primera rueda en el Mateo. Tío Pumba decía: si esto queda uno a cero, yo faltando cinco minutos me voy, no quiero ver el final.

***

A las cinco y cuarenta y dos de la tarde, vemos a Ariel Abrigo corriendo una pelota perdida cerca de Lucas Francia. No llega, llega tarde, pero por poquito. Se cae, se levanta, mira dónde sigue el juego, ve que Lucas al final recupera la pelota mil de la tarde y pasamos la mitad de la cancha, Ariel abre los ojos y va otra vez para adelante como si recién saliera del túnel.

A las cinco y cuarenta y tres de la tarde, esa jugada ha pasado por Coqui y está por terminarse, pero Gabriel Sayago sale corriendo al corazón del área, a buscar una pelota a la que sabe que no va a llegar.

Pero la pellizca, queda viva. Bartel y Vasallo lo apuran, pero se frenan un poco porque le tienen miedo al penal, luego lo cierran, pero ya es tarde, Gaby ha sacado la pelota para el costado.

Ahí justo ha llegado Ariel Abrigo, tiene un par de tipos adelante, pero no se abatata, le pega al arco y va justita, pega en el costado de la red, ahí fue capaz el gol del campeonato.

***

Lo más peligroso que generó All Boys en el segundo tiempo fue un tiro al pecho del Mono que lo atajó sin dar rebote, y un cabezazo que pasó cerquísima cuando iban siete minutos de los ocho que adicionó Sánchez.

A las seis de la tarde, Toto Cuevas lo llama a Flecha Leones a ver si quería que les diera una charla motivadora, pero parece que no lo atendieron.

***

Al final, All Boys, vos sos más fácil que Abramo.

Abrazos.

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Milton, cautivado y emocionado por el espectáculo de la hinchada, no se pone contento con líos pelotudos. No nos vamos a pelear por banderas, parecemos nenes que se roban la sorpresa del cumpleaños. No usemos al club como pretexto para hacernos los guachos, el club es mucho más que eso y ustedes lo saben, porque existió sin ustedes y va a existir cuando todos nosotros no estemos acá.

Esto es fútbol, no quién corre a quién, una gilada porteña que te meten por la tele para hacerse ver, y que sos muy bobo si te la creés.

Miren qué joda si no se podía terminar el partido, cómo la hubiéramos cagado.

Es todo lo que diremos al respecto.

Por otro lado, otra vez: a Milton le emociona haber estado ahí, ganarle en su cancha donde pensaban dar la vuelta. Nos vamos a acordar por mucho tiempo de esto.

Muchos de ellos han pasado por mil batallas y cien derrotas: Pablo, Mario, Fabricio. Hoy los que estuvimos con ellos toda la década vemos cómo Santa Rosa se queda con el partido más importante que va a jugar toda esta generación de jugadores.

Anoten la fecha: 5 de septiembre. Copien y peguen la ficha del partido que ponemos abajo.

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All Boys 0 – Santa Rosa 2

El albo formó con Bruno Michelena, Fabricio Pérez, Pablo Alanís, Diego Calvente y Mario Ibanbargoitía; Eliazer Días, Lucas Francia y Gabriel Sayago; Gastón Lezcano, Coqui Susvielles y Ariel Abrigo. En el ST ingresaron Mauricio Rambur, Néstor Pacheco y Ángel González. Los goles los hicieron Pepe Díaz a los 3 ST y Ariel Abrigo a los 30 ST. El partido se jugó en el Estadio "El Soretódromo" de la Avenida Spinetto, cuyo piso va a estar bien en seis o siete meses, pero que ayer era un espanto y, posta, seguía teniendo olor a abono. Javier Sánchez lo arbitró sin que le pudiéramos contarle ni un solo error. La temperatura era de 23 grados. Allí había 911 hinchas del local y 896 hinchas de Santa Rosa.

***

05 septiembre 2010

el momento exacto en que Santa Rosa empezó a ganar el partido

La crónica del partido la hacemos mañana porque estamos muy cansados hoy. Mañana van a ver en el diario y en el face un montón de fotos de trapos, goles, formaciones y festejos, qué alegría.

Pero nosotros nos queremos postear esta foto, que muestra el momento exacto en que Santa Rosa empezó a ganar el partido de ayer.

Fue tomada el lunes cuatro de enero a las dos de la tarde. Salíamos corriendo desde el club por la calle del Colegio Provincia hasta la laguna. El calor te quemaba las pestañas.

Decíamos entonces:

Mientras la temperatura llega a su máximo de 33.5º C, Santa Rosa empieza a correr hacia el campeonato 2010 de la Liga Cultural.


El camino más largo empieza siempre con el primer paso


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Hoy más que nunca, abrazos.

02 septiembre 2010

Spinetto: estado de la situación

Bueno, les cuento cortito y al pie. Hoy a las siete de la mañana fuimos al Ramón Turnes con Tío Pumba y pateamos unos tiros.


Impresiones

- Que se porfíen en jugar ahí demuestra la desesperación que tienen por no jugar en el Mateo.

- Se nota que le pusieron abono, hay tremendo olor a mierda.

- El suelo es medio harinoso, se hunde el pie. El piso no está firme.


Consecuencias

- Cuando pica, la pelota pica poco, hay que esperarla un poquito más abajo de lo normal. Esto es bueno para pases largos.

- Cuando la tirás por abajo corre un poco menos que lo que hace en canchas de tierra dura como la de Sarmiento. Esto hace que no tengas que dar ninguna pelota larga por perdida, porque la misma tierra la puede parar. Esto es importante para tener en cuenta tanto si sos defensor como si sos atacante.

- Cuando vas a patear un tiro libre, conviene apisonar un poco la parte de la pelota y un poco más atrás, para no entrarle muy abajo.

- Como te hundís un poquito en cada paso, el partido va a ser terrible cómo quita piernas. Es como jugar con césped alto, pero peor. Los últimos veinte minutos nadie va a poder levantar las patas. Eso es bueno porque nosotros tenemos mejor estado físico y más huevos.


Esto es lo que vimos nosotros hoy, no sé como estará el domingo.

Abrazos,