26 julio 2010

Capítulo 15: "Mente en blanco"

Bien ¿creíste que todo iba a ser un desfile?. Más vale que no. Ahí tenés: empatamos con Abramo de local.

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Santa Rosa jugó regular el primer tiempo, con alguna chance, con un gol bien anulado en offside.

Lo inesperado llegó en el segundo, cuando una mezcla de desencanto, apuramiento, baja inspiración y malas punterías nos dejaron un partido muy difícil de mirar, imposible de contar. Otra vez Papá de Milton acertaría: cuando faltaban treinta y cinco minutos para que terminara el partido dijo "hoy no hacemos un gol ni aunque Chicote nos haga jugar hasta las nueve de la noche". Tal vez en la cancha pensaron varios lo mismo. Del lado de adentro del alambrado, digo.

Al equipo le faltó toque, afinidad, electricidad, impacto. En el empate no hay mucho mérito rival sino defecto propio, Abramo era un equipo chiquito, que no hizo mucho más que pararse y poner sus patitos en fila. Fue una mala tarde, en fin. De esas que si estuviéramos jugando a algo por eliminación, te dejan fuera de un campeonato.

Entonces ya nos empezamos a enojar un poco. No se puede empezar a jugar un clásico dos semanas antes, no. El partido con Abramo era clave y se fueron dos puntos que nos van a doler todo el campeonato, de acá al final. En fin, nos señala con una gran flecha, y un gran signo de interrogación, dónde estamos parados.

Y ahora el trabajo es doble, porque hay que desenojarse y recuperar la memoria. Olvidar ese partido olvidable. Hay que moverse, salir y entrar, armar juego. Llegamos al clásico con siete de nueve puntos y en primer lugar, algo que hubiéramos firmado con las dos manos si nos lo ofrecían hace un mes. Bueno, entonces algo tenemos que hacer al respecto.

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Un rato después del partido, vamos a casa de Tío Pumba y lo vemos haciendo la vertical, la cabeza en el piso, las piernas paralelas a la pared, los ojos cerrados, en equilibrio perfecto. Tía Irina nos dice que desde que volvió del mundial está haciendo yoga, que le hace muy bien, está menos nervioso, que eso se le nota en el carácter y en la alimentación, que ahora se hizo vegetariano, toma agua tónica Paso de los Toros, aunque sigue fumando Particulares, pero con boquilla.

Tío Pumba despertará de su sueño un rato después. Cruza las piernas sobre el piso, en posición de loto, mira el fixture del campeonato, ingresa los datos para la tabla en Excel, piensa un rato, medita, hace ohhm. Finalmente dice: "No pasa nada. Vamos a ganar, con dificultades, pero vamos a ganar. Hay un montón de amor que nos va a elevar y estamos del lado positivo, luminoso y puro de la fuerza".

Abrazos.

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El Domingo, cueste lo que cueste, tenemos que ganar.

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Santa Rosa 0 - Abramo 0

El albo formó con Bruno Michelena; Fabricio Pérez, Diego Calvente, Miguel Quiruleff y Mario Ibanbargoitía; Néstor Pacheco, Mauricio Rambur y Walter Nicollier; Ariel Abrigo, Coqui Susvielles y Gastón Lezcano. En el ST ingresaron Eliezer Díaz y Mario Epinal. El partido se jugó en el Estadio Mateo Calderón. Había 329 hinchas de Santa Rosa; en la popular visitante había 40 personas. Al empezar el partido, la temperatura era de 15º, con un fuerte viento de costado que duró hasta las cuatro y media de la tarde. Lo arbitró Chicote, muy bien. Ni siquiera alguien para echarle la culpa tenemos.

19 julio 2010

Capítulo 14: "El día después de mañana"

Bueno, la ola polar se vino con todo en serio. Papá de Milton jura haber patinado con sus rollerse de cuchillas en la superficie congelada del Mateo Calerón el Domingo a la mañana. Tío Pumba sostiene que todos los días serán más fríos que el anterior, hasta que no quede más nadie vivo. Que es el calentamiento global lo que provoca que los fríos se hagan más extremos y que todo terminará en 2012, como lo dice la película y las perdicciones mayas. Esto nos da margen para terminar este campeonato y jugar una temporada más. Después vamos viendo.

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Les ahorramos nuestro comentario de cómo fuimos eliminados del Campeonato Mundial de Playstation, compitiendo en desigualdad de condiciones frente a rivales dopados, y las vergonzosas historias de cómo nos fuimos de Sudáfrica olvidándonos la mitad de las cosas, y también nuestras sensaciones acerca del mundial. Recién oíamos a Fabricio Coller diciendo que Maradona había planteado mal el partido. Puede ser, no lo debatiremos acá, pero seamos buenos: se discute sobre fútbol, y Fabricio Coller dice que Maradona se equivoca, y que él lo hubiera hecho mejor. ¿Se entiende?

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En fin, 48 horas atrás estábamos lanzados en la ruta al Sur, a la fantástica velocidad de 92 kilómetros por hora. El Torino azul de Tío Pumba no tiene calefacción, así que adentro llevamos prendido un calentador con garrafa. Gran solución, nos permitirá acurrucuarnos dentro del auto durante el entretiempo. Qué cosa, la última vez que habíamos estado en Villa Iris había hecho 40 grados posta posta.

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Emocionante recibimiento al albo, por la cantidad de gente en sí, por lo que costó armar el viaje. Papá de Milton comenta: si mañana Santa Rosa juega el Mundial de Clubes en Arabia, esta gente encontraría la forma de ir allá.

El problema, claro, es clasificar.

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Nunca le podemos sacar la ficha a Villa Iris. Pareció salir un gran equipo, pero en parte es sensación óptica, pasó que el albo había entrado enchufado a 12 voltios. Después de un susto (clank al travesaño) y comernos dos o tres sopapos sin pólvora, ganamos un córner.

Se ve que alguien lee el blog de Milton, o sin leerlo llega a las mismas conclusiones: no hay jugadita, hay centro al punto penal del área, Lucas Francia pone la cabeza y ya vamos ganando. Faltaban diez minutos para el final del PT, y con el vientito que corría no costó mucho enfriar el partido.

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En el segundo tiempo empezamos mal y tenemos un poco de miedo cuando nos empatan, también de cabeza, con marcas bien tomadas y todo. Papá de Milton lo festeja, un poco para sacarse el frío, chupa la bombilla del mate, y dice:

"Es mejor esto, si nos enamoramos del uno a cero nos iban a terminar empatando a los 40. Nosotros tenemos que ganar y este empate transitorio nos va a ayudar a hacerlo, ellos ahora se nos van a venir, nos dejan margen para la contra, les va a hacer un gol primero Susvielles y después otro Ariel Abrigo".

Y entonces sucede esto: ellos se adelantan, nos dejan margen para la contra, les hace un gol Susvielles primero y después otro Ariel Abrigo.

Cuando termina el partido Papá de Milton se golpea el pecho y dice con humildad que su anuncio fue casual, estadístico, no profético. Por su parte, Milton está un poco desconfiado de la idea de Papá de Milton, un optimista fanático que ve que hasta los goles del rival son ayudas para la causa.

La verdad es que pudo haber un dos a dos tranquilamente, pero Mono Michelena se reivindicó con una excelente actuación en la misma cancha donde se había mandado una gran, gran cagada, año y medio atrás. Estamos felices por eso.

Ojo, también pudo haber un cuatro a uno, la historia del penal que patea Fabricio haciendo clank en el poste, a los 40 ST. En el medio de todo eso, Condorito hace cambios y deja otra vez un equipo con cinco delanteros, es la máquina del tiempo en la que volvemos a los cuarenta.

Pero la magia blanca funciona. Nuestra vuelta, ya con el calentador apagado por falta de gas, se hace más corta y más calentita. Toda esta semana debería haber solcito. Y también estamos felices por eso.


Abrazos.

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Santa Rosa 3 - Rampla Juniors de Villa Iris 1

El albo formó con Bruno Michelena; Diego Calvente, Marcelo Constantino, Miguel Quiruleff y Fabricio Pérez; Mauricio Rambur, Lucas Francia y Gabriel Sayago; Ariel Abrigo, Coqui Susvielles y Gastón Lezcano. En el ST ingresaron Walter Nicollier y Eliazer Días. El partido se jugó en la cancha de Rampla, de excelente piso. Había 121 hinchas de Santa Rosa; en el sector local había 193 personas. Al empezar el partido, la temperatura era de 15º bajo cero. Lo arbitró Guille Rodríguez, muy correctamente, pero llegó tarde a la cancha.

La próxima: con Abramo, en el Mateo. No se dejen engañar: es partido cla-ve para todo el resto del campeonato.

09 julio 2010

Capítulo 13: "Waka Waka"

Tsamina mina zangalewa, tsamina mina eh eh, tsamina mina zangalewa. Mientras Papá de Milton y Tío Pumba todavía siguen en Sudáfrica, y ya estamos poniéndonos nerviosos porque no tenemos noticias de ellos, Milton muy triste se tomó un barco y vino antes para no seguir perdiendo días de colegio.

Al llegar acá se encontró con muchas novedades: por primera vez en dos años Condorito no es el DT, hay un kartódromo en nuestra vieja cancha y hay una nueva joggineta del Club que es preciosa y que Milton debe poseer. Milton, recién llegado, deberá preguntar si está o no a la venta.

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El juego de hoy tiene pocas vueltas. Los jugadores de Doblas todavía estaban empotrados en los sillones en los que vieron el mundial. Desenganchados emocionalmente, imprecisos, descoordinados y poco atentos, Independiente jugó muy por debajo de su nivel.

Y encima mientras se scaba las legañas de los ojos, y se desperezaban, le tiran un baldazo de agua fría: centro largo cruzado de Gaby Sayago, Coqui que entra de afuera y el arquero queda a media agua. Sólo hay que ponerle la cabeza y será el primer gol de Santa Rosa en esta segunda temporada.

En el albo, al revés, si estuvieron todos atentos y bien ajustados. Equipo cortito, sin errores, el partido no tuvo ninguna zona de peligro en la que pudiéramos haber tenido dudas. Doblas no pudo levantar cabeza y todas las cuentas le salieron mal.

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Otra forma de explicar lo que pasó es en el buen ojo que tenemos para las incorporaciones y para decidir usarlas. En Santa Rosa, buen partido de los tres nuevos: Quiruleff jugó como hubiera jugado Fer González, Pacheco como Rambur, y Pepe Díaz jugó algo menos que Ariel Abrigo, pero le alcanzó para meter un golazo. En Doblas, no pusieron a Nicoláz Muñoz (y en cambio sí a Narcué de tres, que jugó mal en un puesto que no es el suyo), Alexis Sánchez jugó mal y Corcho Domínguez regular y se hizo echar. Encima el pobre Narcué casi se decapita solo cuando va a buscar la pelota fuera y se engancha con el alambre asesino que puso a propósito Villegas para malograr rivales.

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Susvielles, autor del gol uno, hace la jugada que casi definirá el partido a los diez minutos del segundo tiempo. Habilitado entrando al área, pasa al seis, corre y domina la pelota. Etcheverry lo quiere cuerpear, pero se tropieza y se le va el codo. No fue un codazo intencional, pero hubo codo en cara, y Macchi echó al dos de Doblas. El visitante, que ya estaba en el horno, ve que se le acercan con un fósforo prendido.

Con menos respuesta todavía, los hechos se suceden rápidamente. Una termeada de Corcho Domínguez que deja a Doblas ya con nueve. Una pelota dividida que primerea Eliazer Días, pateando entre tres para ponerla en el ángulo desde la esquinita del área grande, haciendo el primer gol con su nueva camiseta. Y un pas emágico de Walter Nicollier para que Ángel González la pique por arriba de Coria en una contra, en un momento en que el partido se juga con total desentendimiento por parte de los dos. Después a Doblas le dio un poco de vergüenza y, con un hombre en offside, Colo Gehl patea dos minutos antes del final para poner el tres a uno.

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El partido de hoy no es medida porque Doblas va a jugar más que esto. Incluso lo demostró por momentos, cuando se acordó de atacar perdiendo tres a cero y con dos jugadores menos. Santa Rosa tiene que ajustar algunas tuercas. Hoy, por ejemplo, tenía que haber resuelto el partido ya en el primer tiempo, no dejarlo vivir a Independiente, que lo perdió porque se complicó solo con las expulsiones. También hay que trabajar pequeños detalles. Por ejemplo, algo hay que hacer con los córneres, basta de jugaditas, pateemos al punto penal y que alguien cabecee, tenemos gente para hacerlo. Una jguadita cada tanto está bien como sorpresa, pero ya nos tienen la ficha recontra sacada y ni siquiera lo hacemos con fe en la jugada.

Cuando lo pasa a buscar a la cancha, Mamá de Milton le dice a Milton que el triunfo rompe una racha. Desde que Santa Rosa volvió al Mateo Calderón, había jugado de local tres veces contra Doblas y las tres había perdido. Hoy rompe el maleficio y por primera vez, le ganamos a Independiente desde Ameghino y José Luro.

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Así que nos fuimos, contentos, de la cancha. El mundial y Sudáfrica es un vago recuerdo que tenemos como si fuera algo baboso, pegado en la nuca, que ya se va a secar. Un gargajito, digamos. Pero fue lindo mientras duró. Ahora volvemos a donde estuvimos siempre, Ahora somos felices, pase lo que pase.

Abrazos.

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Santa Rosa 3 - Independiente de Doblas 1

El albo formó con Bruno Michelena; Diego Calvente, Marcelo Constantino, Miguel Quiruleff y Fabricio Pérez; Mauricio Rambur, Lucas Francia y Gabriel Sayago; Eliazer Díaz, Coqui Susvielles y Gastón Lezcano. En el ST ingresaron Ángel González y Walter Nicollier. El partido se jugó en el Estadio "Mateo Calderón", donde había 301 hinchas de Santa Rosa. En la popular visitante había 132 personas. Al empezar el partido, la temperatura era de 15º, sin viento, con sol. Lo arbitró Paolo Macchi, y volvemos a decir lo que ya se dijo de él: cobra bien los fules, pero maneja las tarjetas con criterios de amonestación y expulsión ridículos. Nosotros también nos llevamos varias amarillas que podríamos haber evitado. Otro árbitro no hubiera echado ni a Etcheverry ni a Domínguez. Bien, es cuestión también de avivarse: sabés que las cosas son así, cuidate.

La próxima: con Rampla, en Villa Iris, donde el albo jugó (Copa Presidentes 2008) tal vez el partido más grosso y emocionante de la década. Nuestro comentario, acá.

03 julio 2010

Desde Sudáfrica, 8

Volvemos a Ciudad del Cabo, acá estuvimos cuando Paraguay empató con Italia. Ya estamos en el estadio y posteamos desde ahí para seguir la cábala. En este momento están jugando dos equipos algo que parece ser un amistoso solidario o algo así. De un lado juegan los de Santa Rosa, de blanco, de otro los de Independiente de Doblas. Si les interesa el dato Santa Rosa arrancó perdiendo, lo dio vuelta, Independiente lo empató. Dos a dos. Tío Pumba llega y nos dice que el Corcuera que jugaba con el 5 en la espalda era Jacob Zuma, el presidente de Sudáfrica. Veinte minutos duró el partido. Nosotros estamos ahora detrás del arco donde ahora están Goycochea y Kuffner hablando, pero después vamos a ver si bajamos a la cancha o si no subimos a un palco. No vemos este partido en las tribunas ni locos. No nos gustan los hinchas argentinos que están acá. Ayer festejaban como locos que habían eliminado a Brasil. Gil, eso es mostrar la hilacha. ¿Desde cuando dejaste de ser latinoamericano para ser holandés?

Qué nervios. Vamos argentina.

Abrazo.