29 abril 2010

Charlas del buffet, semana 9

Vemos el partido del Barcelona Inter. Nos acordamos del único partido que vimos de la Champions League, Barcelona Rubin Kazan, en Rusia. Un amargo cero a cero, un frío que calaba los huevos. Era un partido raro, pero nos dio la sensación de que el Barcelona no debía ser tan bueno si no podía ganarle bien a un equipo muy onda Nacional B. El partido recién empieza y todos creemos que el Inter va a la final. Hay que aprender a apreciar el arte de la defensa.

Mientras tanto, Tío Pumba manipula datos en la netbook de Tía Irina y constata la increíble campaña de Doblas. 12 de 12 puntos de visitante, 4 de 15 de local. Es el caso extremo de una tendencia uniforme: en los treinta partidos jugados en el campeonato hubo ocho empates y ganaron tantos locales como visitantes, once cada uno. A todos les cuesta de local.

Entonces Tío Pumba nos pasa un papelito, mientras dice, si de acá hasta el final se repitieran los mismos resultados de la primera rueda, el campeonato terminaría así:



All Boys 23
Santa Rosa 21
Belgrano 20
Independiente 19
Germinal 18
Macachín 9
Winifreda 7


Y Winifreda habría descendido en la anteúltima fecha.

Papá de Milton dice que la tablita sirve de ejemplo, pero hay resultados que difícilmente se vuelvan a repetir: muy raro que Macachín le gane a Belgrano en Villa Alonso. Y ya que estamos, miren: Belgrano lo goleó a Germinal en la primera rueda, y ahora pierde, se comió un baile que no aparece bien reflejado en el escueto resultado. Lo que pasó en la primera rueda no es un predictor eficaz de lo que pueda pasar ahora.

Ahora, además, empieza a jugar más el banco, todos los equipos tienen suspendidos, lesionados y enfermos. En ese punto, cree Milton, nosotros estamos muy fuertes, creemos mucho en nuestro banco, el plantel es mucho más grande que los once que pueden entrar a la cancha y todos llevan el bastón de mariscal en su mochila, como dijo el General. Ya se dijo: el único héroe válido es el héroe colectivo, el grupo humano.

Mientras vemos esto, ha terminado el partido. Mourinho barriletea a full y el FC Barcelona, mal perdedor, pone los aspersores a todo gas para que los italianos no se le queden a pernoctar en la cancha. Feas las actitudes.

En fin, Milton ha visto que en la primera rueda sacamos 7 de 12 puntos en los cuatro últimos partidos. Ahora, para estar seguros de terminar arriba, Milton cree que vamos a necesitar hacer algo mejor, digamos 9 de 12. En fin, lo bueno es que (gracias a que ganamos en Doblas) dependemos de nosotros y tenemos margen de error, pero esto va a ser una lucha punto a punto, arriba y abajo. Un solo partido marcará la diferencia entre estar en el podio, o no.

El Domingo esperamos a Winifreda.

Abrazos

25 abril 2010

Capítulo 8: "Mi único héroe en este lío"

Tío Pumba maneja el Torino azul, lanzado a velocidad máxima por la lineal y apacible ruta provincial. A 92 kilometros por hora vamos. Pero el Torino está muy bien de suspensión y Milton puede aprovechar para acortar el viaje leyendo. Ha comenzado a leer una historieta que le dio Papá de Milton, El Eternauta.

Y empieza por el principio, lee el prólogo de Oesterheld.

Y entonces lee: "El héroe verdadero de El Eternauta es el héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así mi sentir intimo: el único héroe válido es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo".

***

Sin Sabino, sin Cartucho. Sin Constantino, sin Lucas Francia, sin Fernando González. Esto es: casi cinco jugadores posiblemente titulares afuera, justo en un partido chivísimo. Con algunos que si están, pero resfriados y semilesionados. Santa Rosa salta a la cancha con muchas dudas en la formación y con una certeza: si no se gana, se entra al último tercio del torneo dependiendo de los resultados de los demás.

***

Después de un primer cuarto aburrido Santa Rosa no lastima pero empuja y gana metros paso a paso. Tal vez vayan treinta cuando hay un medio gol de Pablo Alanís, rematado por Lezcano contra el arco de los túneles para ponernos arriba. Independiente remonta y reacciona, hace suyos los últimos diez minutos, la pelota cruza el área un par de veces, pero no entra.

***

Cuando van cuatro minutos, Papá de Milton explica que está asustado. "Tengo miedo que se enamoren del uno a cero", dice, cuando falta tanto por jugar, y ya lo vemos venir: se busca mantener, se deja de atacar, nos vamos metiendo atrás, en fin.

Nada de eso parece pasar pero ni siquiera es necesario enamorarse porque en un pestañeo el uno a cero no ta más. Ha habido un centro a la olla, un cabezazo inesperado en una jugada ridícula. Doblas empata.

El partido vuelve al equilibrio y Santa Rosa vuelve a la normalidad. Sin dominar ni acorralar a nadie, el albo se afilia a un juego vertical y burbujeante con mucho sacrificio de todos. De repente, van quince minutos, un pelotazo sale del medio y encuentra a Lezano picando, la pelota entre él y el arquero, el dos no lo faulea, el arquero no lo ahoga y piensa en la gambeta larga, Lezcano la engancha por arriba y es gol nuestro, fulminante contra y golpe en el mentón para Doblas.

Entonces, después de todos los abrazos, Independiente sale aturdido a volver a buscar el partido, la pierde enseguida y la pelota vuelve a su campo, la defensa tartamudea y Ariel, que como todos ha corrido mil pelotas perdidas, esta vez va y mete hasta que ahi tá, la encuentra servida, y cuando todavía sseguimos gritando el segundo gol, va y mete el tercero, knock out.

***

Un trámite intenso tuvo el partido hasta el final. Diremos que Doblas fue y trató de acercarse, que movió la pelota todo lo que buenamente pudo, pero que falló lo no mucho que tuvo. Que Lezcano estuvo a quince centímetros del hat trick, pateando una pelota desde lejos que iba metiéndose hasta que el defensor de Doblas la revolea cerca de la línea. Que el partido se manejó bien del lado de Santa Rosa, bien plantado y respondón para la contra, que todo funcionó bien aceitado aún hasta cuando ya no nos daban las piernas.

***

Doblas tuvo varios problemas, algunos propios y otro muy ajeno. Ese otro problema fue que Santa Rosa hizo un partido impecable, desde su vieja guardia (Pablo, Gaby, Fabricio, los dos Marios) hasta su sector flogger. Las pelotas que sacó Alanís de cabeza, un metro sesenta y cuatro. Lo que se corrió en el medio, lo que se movieron los de arriba, lo que cerraron los de abajo. No podemos elegir acá un héroe, una figura. Santa Rosa jugó su mejor partido del año a nivel grupo. Solidaridad, actitud, ímpetu, luz y fuerza: el albo lo tuvo todo.


***

El partido tuvo otro factor, la maldición de Miguel Riglos, la sensación de que el rojo de Doblas era la kryptonita, los siete partidos pasados desde la última vez que Santa Rosa le ganó a Independiente, ey, precisamente por este mismo resultado de tres a uno. Entonces, se quebró la maldición, se rompió el destino.

Los fantasmas no existen.

Abrazos.

***

Independiente D. 1 - Santa Rosa 3


El albo formó con Michelena; Calvente, Alanís, Fabricio Pérez, Ibanbargoitía; Epinal, Rambur Sayago; Abrigo, Susvielles y Gastón Lezcano. En el ST entraron Walter Nicollier, Oscarcito Bravo y Angelito González, su debut en el campeonato. El partido se jugó en el Estadio Ecológico de Doblas, una cancha totalmente integrada con su entorno natural. Lo arbitró Cristian Reinoso, no del todo mal, pero cobrando manchas y sacando amarillas a lo loco (sobre todo a nosotros) hacia el final del partido. La temperatura era de 20º, sin viento, con solcito en media cancha y la otra mitad a la sombra de los eucaliptus. Nuestra reserva ganó tres a uno. Había 181 hinchas de Santa Rosa, 264 hinchas de Doblas, 1 camión bocinante insufrible, 3 policías y 3 perros feroces, también de Doblas.

22 abril 2010

Charlas del buffet, semana 8

En este caso es Milton quien piensa, solo en la tribuna popular, un viernes a las ocho de la mañana, mientras mira el césped escarchado por la primera helada, y pensando descubre la secuencia oculta de los hechos y la lógica muy obvia de todo esto. Milton piensa:

El 18 de Noviembre de 2007 hubo un desequilibrio en las fuerzas que controlan el universo.

Independiente de Doblas venía de ganar diez partidos seguidos, Santa Rosa clasificó como segundo pidiendo permiso, con Casullo de técnico. Jugaban a partido único en Miguel Riglos, primer turno. Entonces: Lezcano, Abaca, Montigni, Santa Rosa gana 3 a 1 sin merecerlo. Independiente, tekerématá. La Liga nunca más va a repetir este absurdo sistema de eliminación súbita.

Entra luego en acción el mecanismo compensatorio de las fuerzas del universo. La maldición de Miguel Riglos surte efectos. En la segunda fecha del campeonato de la B 2008 vamos a Doblas en la segunda fecha y perdemos 1 a 0, jugando mal. Un golpe duro: era la octava derrota consecutiva del equipo. Nos dejaba seis puntos abajo del puntero en ese campeonato, un comienzo fatal que después no podremos revertir. Cuando jugamos de nuevo, en el Mateo, empatamos cero a cero, ellos con uno menos harán negocio y mantienen la punta. Al final Doblas asciende fácil.

Copa Presidentes 2008. En la fase de grupos quedamos juntos. Primera rueda en Doblas, otra vez, nos ponemos en ventaja con gol de Andrágñez, luego nos empatan. En la segunda rueda llegamos con el primer puesto asegurado y era una buena ocasión para sacarse la mufa, pero no: en un partido rarísimo, con el equipo totalmente fuera de foco, nos meten cuatro.

El 8 de diciembre, primera final en Doblas, un partido que pintaba parejo y que se rompe en una jugada desafortunada, que nos deja a nuestro arquero expulsado y un penal en contra. Doblas gana 3 a 0. A la vuelta, una semana después, nos perdemos cuatro o cinco goles en el primer tiempo, luego Doblas maneja los tiempos y termina ganando 1 a 0.

El resto lo conocen porque es nuevo. En la primera rueda de la A, Doblas nos gana 3 a 0.

En resumen, cinco derrotas, un empate, un sólo gol nuestro.

Ya se completó la vuelta y el péndulo pasó para el otro lado.

Es hora que entre en acción, otra vez, el vaivén del mecanismo compensatorio de las fuerzas del universo.

El Domingo vamos a Doblas.

19 abril 2010

Capítulo 7: "Las fuerzas del universo"

Partido raro. Imagen, concepto: dos boxeadores que se tuvieron al borde del nocaut.

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Un tiempo para cada uno, se va a decir. Hay algo más complejo detrás de eso. Santa Rosa, muy pero muy mal al principio. El juego de All Boys fluía en forma natural, se filtraba por todo el mediocampo y derramaba hacia el área del albo. Era un lento goteo, constante, no una catarata de fútbol. Primer gol: Gaby Sayago deja patear un centro demasiado cómodo -hay que marcar más de cerca-, luego dos cabezazos en el área, gol. Segundo: la bendita jugadita del corner fracasa y nos deja entregadísimos a un contraataque que All Boys resolvió como si fuera el Barcelona.

Esa sensación de facilidad fue una maldición para All Boys. Le dio miedo estar ganando por dos goles tan temprano. Haber estado jugando tan poco fue para nosotros una suerte: en otras circunstancias nos hubiéramos metido en un desesperado ataque por ataque que iba a terminar saliendo mal.

Alrededor de los 35, Tío Pumba oye que en nuestra platea festejan que a uno de All Boys le sacan amarilla y dice: "Mirá lo que estamos festejando, estamos en el horno". Abuelo de Milton, haciéndose visera con la mano, le contesta, "no, el que está en un problema es All Boys, jugando de visitante con el peor resultado". Tío Pumba miraba en la libreta y mencionaba el hecho de que Coqui siempre hace goles en el arco de la Ameghino.

Y eso fue: el gol que cambió el partido. Coqui saca petróleo de un centro a la olla, hace pecho y gol de la nada. Susvielles es hoy el mejor jugador de la Liga. Santa Rosa se encontraba con un premio inesperado. Fue más una manifestación de las fuerzas que mantienen al universo al equilibrio que un mérito del local. Con eso, Santa Rosa vuelve a los vestuarios con un pequeño y conveniente milagro: ha jugado mal todo un tiempo contra un gran equipo y queda sólo un gol abajo. Cuando oímos que terminaban los primeros 45, nos dieron ganas de abrazarnos. Mirá lo que festejamos, hubiéramos dicho.

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Pero no era una pavada ser optimista. Porque es fácil darse cuenta de lo que pasaba del otro lado. La inquietante sensación de que si te hicieron uno te pueden hacer otro, y después tal vez otro, el miedo al papelón. Algo se rompió en la dinámica de All Boys y eso se ve cuando empiezan a hacer tiempo, ya a los diez minutos del segundo.

Santa Rosa ayudó a que las fuerzas del universo actuaran. Condorito empujó la sucesión de los hechos con un cambio raro: se va Epinal, a la cancha Walter Nicollier. Durante unos quince minutos, Santa rosa pone en cancha cinco delanteros. Todo al asador, el único que marca al medio es Lucas Francia.

El gol inevitable, el que All Boys había estado temiendo, fue obra de Lezcano, asistido por Gaby, hace un moviimento tijera, la pelota por un lado, Schaab al medio, Bartel que sale sin regalarle la gambeta pero le deja espacio para patear, y Gastón define al primer palo. Un rayo, un chicotazo, y tal vez, algo que sólo se puede hacer hoy en el piso billar del Mateo, en cualquier otra cancha la pelota todavía está rebotando como si fuera una guinda de rugby. Un gol que gritamos mucho, pero no del todo: porque en algún lugar de la cabeza nos reservamos un resto de garganta pensando que capaz venía el tercero para darlo vuelta. All Boys queda oyendo la cuenta de protección, sentado de culo, queda expuesto y Santa Rosa va a tener dos golpes más, que no acertará del todo.

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Santa Rosa pudo ser noqueado, noquear, y ser noqueado también en la última jugada, donde las fuerzas del universo le soplaron a Javier Sánchez que había falta. All Boys, sabiendo que zafó por un pelo del papelón, no protestará mucho. Entonces se patea el tiro libre, el árbitro levanta las manos como marca la tradición, con la pelota volando en el medio de la canche, pito y se termina el clásico, se termina la tarde. Todo muy lindo, muy entretenido. Los dos boxeadores se saludan y se van cansados; la tarde cae en paz.

Abrazos.

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Santa Rosa 2 - All Boys 2


El albo formó con Michelena; Calvente, Alanís, Fernando González y Fabricio Pérez; Epinal, Francia y Sayago; Abrigo, Susvielles y Gastón Lezcano. En el ST entraron Walter Nicollier, Ibanbargoitía y Oscarcito Bravo, su debut en el campeonato. El partido se jugó en el Estadio "Mateo Calderón", donde había 402 hinchas de Santa Rosa. En la popular visitante había 199 personas. Muchos chicos jóvenes, decía abuelo de Milton. Al empezar el partido, la temperatura era de 23º, sin viento, con nubosidad variable. El clima en las tribunas era muy de clásico. Nuestra reserva ganó dos a uno. Lo arbitró Javier Sánchez, muy bien.

14 abril 2010

Charlas del buffet, semana 7

Sin diálogos. Silencio y respeto por Raúl Arballo. Veterano de mil canchas en tardes de vapor y noches de frío ardiente. Ya retirado, espectador incansable, en vivo, de nuestras cien batallas por el ascenso. Abrazo de gol para un cronista de lujo que entra a cubrir el gran partido que todos vamos a jugar alguna vez.

08 abril 2010

Charlas del buffet, semana 6

Tío Pumba va a todos los partidos con una libreta donde anota cosas. Cuando termina, las pasa a una planilla de excel. Así tiene un montón de datos que vuelve a anotar en la libreta. Ayer la estuvimos mirando un poco en el buffet. En la página donde decía "CONCLUSIONES DE LA PRIMERA RUEDA", con letra imprenta, estaba anotado lo siguiente.

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Ganó, perdió, ganó, empató, perdió, ganó. Santa Rosa es regular en su irregularidad: en ningún partido se repitió el resultado del partido anterior.

Pero el campeonato en sí es muy irregular. Todos los equipos perdieron al menos dos veces.

No hay localías fuertes. En esta rueda se jugaron 21 partidos. Cinco empates, siete los ganó el local, pero nueve los ganó el visitante.

Un solo cero a cero, Macachín All Boys en primera fecha. El partido con más goles nos involucra: Belgrano 4 Santa Rosa 2, un partido donde se cobraron seis goles pero se hicieron siete.

Dos goleadores de tres tantos. Susvielles, todos en el Mateo, y en el mismo arco del Mateo. Lezcano, todos de visitante.

Dato MUY bueno: sólo tres expulsiones, las tres de defensores, dos de ellas injustas. La única expulsión claremente evitable, la de Fernando González contra Doblas, se dio con el partido ya definido así que no influyó en el resultado.

Santa Rosa usó 19 jugadores distintos, entre titulares y suplentes con minutos en cancha. Nueve de ellos estuvieron en todos los partidos: Michelena, Calvente, Rambur, Maidana, Sayago y Susvielles (estos seis siempre titulares), Lezcano, Abrigo y Nicollier.


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Pero en realidad, la libreta de Tío Pumba tiene muchas cosas mas interesantes. Los errores más comunes, las jugadas que funcionan bien y las que no, habilidades especiales de los rivales, offsides a favor y en contra, y quienes los provocaron, fules cobrados y no cobrados, trayectorias de todos los tiros de larga distancia, cosas que dieron suerte y mala suerte. Pero no nos deja publicar eso. "Es como darle información al enemigo", dice.

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Por supuesto, vamos a ir a Sudáfrica. Papá de Milton le pregunta a Tío Pumba si ya le llegaron las credenciales. "Yo soy el que firma las credenciales", dice Tío Pumba. Nos interesa ir porque es muy claro que Argentina va a salir campeón, consagrando a Angelito Di María como la figura inesperada del campeonato del mundo. También de paso lo jodemos a Koller que no va a poder decir que es el único medio presente.

Más modestamente, Milton está muy contento con el viaje a Anchorena del domingo que viene. Es un partido libre para jugar sin presión, lindo para probar cosas. Ojalá haya solcito.

Abrazos.

04 abril 2010

Capítulo 6: "433442"

Son las seis y cinco de la tarde. Fefé Suarez va corriendo como loco al área de la calle Ameghino. Si este nos empata de cabeza, dice Tío Pumba, me corto las pelotas con un tramontina.

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Hola Milton, dice abuelo de Milton desde el otro lado del teléfono. Quería decirte que el otro día pusieron en la página esa que yo dije que hasta el setenta se jugaba cuatro dos cuatro, pero no es así. Ya desde el 62 Brasil jugaba con Zagallo como wing ventilador, el tipo que subía marcando diagonales cuando iban al ataque y volvía para atrás derecho para incorporarse a la línea de volantes cuando la recuperaban, por más que en las formaciones aparecía como wing. Después en el 70 como tenían cinco números diez Zagallo, que ya era técnico, los puso a todos, y así jugaron juntos Rivelino, Gerson, Pelé.

Aparte otra cosa, dice, leí la formación en el diario y eso no es un cuatro tres tres, es un cuatro dos cuatro, porque Gaby es más delantero que volante.

Preguntamos si va a ir a la cancha. No, dice Abuelo de Milton enojado. Si juegan con cuatro dos cuatro van a perder, no tienen chasis para aguantar en el medio, esto es fútbol moderno, modesto pero moderno.

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En todo el partido notamos que Abuelo de Milton tenía un poco de razón. Gaby estaba jugando como si tuviera a Zagallo al costado haciendo de ventilador, pero Sabino estaba muy sonriente del otro lado del alambrado. Cartucho y Rambur quedaban casi solos para cubrir unos ochocientos metros cuadrados de cancha. Santa Rosa no podía hacer pie en el medio.

Pero en la segunda mitad del primer tiempo, Gaby se pone a jugar más de volante y menos de enganche y Santa Rosa engrana, hace un par de cosas interesantes. Cuatro tres tres sirve, se puede, pero no cuatro dos cuatro.

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Un par de cosas interesantes, y dos goles. Tiro libre fuerte de Pablo Alanís, Fefé da rebote con tres tiros por dos pesos, Susvielles aprovecha y la mete, cumpliendo por primera vez con la ley del ex.

Al ratito, última jugada del PT, aparición brillante de Gaby por derecha con superpase centro al punto penal, el corazón de las tinieblas, Coqui justo está ahí, desmarcado, tomando carrera, ajusticiando ya a Fefé. Como había hecho dos minutos antes, educadamente no lo grita.

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En el segundo tiempo Macacheen, muy jugado, se va a tirar con tres cuatro tres. Condorito sube la apuesta, saca al 50 % de los volantes que teníamos (lo saca a Cartucho) y pone a Walter Nicollier. Santa Rosa termina jugando, posta, cuatro uno cinco, como Inglaterra del 66. Las buenas intenciones de Condorito, un poco condicionado por la falta de banco (no había ningún volante para poner) nos generaron un agujero negro en el medio que Macacheen iba aprovechando.

Nosotros nos perdimos algún gol, tal vez más de uno, pero ellos se los perdieron todos, de cabeza, de cerca, de afuera.

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El cambio que debió hacerse era meterlo a Oscarcito Bravo, y mandar a Epinal a reforzar la zona media. Terminamos jugando con Coqui como hombre de marca, el inodoro en el living. El experimento podía habernos costado carísimo, si no fuera que Macacheen hizo el primer gol demasiado tarde -un tiro banana de Benvenuto en una mala salida, con Michelena mal ubicado- cuando sólo les quedaron dos jugadas más, y esas dos bien que nos dieron un sufrimiento de madre, acaso de puta madre.

Pasamos sofocones atrás. Nos salvó Pablo haciendo casi todo bien en el primer tiempo, y los caños del arco de la Ameghino en el segundo. Jugando raro y no mucho, Santa Rosa se llevó tres puntos casi gratis, o mejor dicho dos, porque a esta altura tenemos que decirlo: el resultado justo del partido debió ser un empate.

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Pero no habremos sufrido al cuete, cree Milton, si de esto aprendemos la lección: nunca hay que desatender el medio. Y por más que nos guste ver a Gaby, Ariel, Coqui, Walter y Gastón en la cancha, si juegan todos juntos no hay red abajo que los apoye. Sólo será un recurso extremo para cuando estemos ya jugados.

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En otro punto de la ciudad, modesto pero importante triunfo de Belgrano. En un pueblo perdido del Sur, mientras tanto, Doblas cae otra vez de local y se empareja el campeonato. Así que así quedó, dice Natalia Fava. Se termina la primera rueda y estamos ahí, en zona de podio y cerca de la punta. Nos queda una fecha libre, y en quince días, la cita más esperada: el superclásico en el Mateo.

No sé si dijimos, de paso: por fin ganamos de local, eso es buenísimo.

Felices pascuas. La casa está en orden.

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Santa Rosa 2 - Atlético Macacheen 1


El albo formó con Michelena; Calvente, Alanís, Ibanbargoitía y Epinal; Maidana, Rambur y Sayago; Abrigo, Susvielles y Gastón Lezcano. En el ST entraron Walter Nicollier y Pablo Peredo. Lucas Francia, que iba a jugar de entrada, se lesionó en el precalentamiento. El partido se jugó en el Estadio "Mateo Calderón", donde había 197 hinchas de Santa Rosa, no mucha gente. En la popular visitante había ayer 86 personas y muuchas banderas, se llevaron todo lo que tenían, hasta alguna que no era de Macacheen. Alto espíritu serpentinero en el pueblo del Sur, tirando miles de rollitos de caja registradora para saludar la entrada de su equipo, lo cual hizo que se retrasara el comienzo del partido porque hubo que sacarlas de a una y era una hinchada de huevos. Al empezar el partido, la temperatura era de 17º y el viento era más bien poco. Nuestra reserva ganó tres a uno y termina la primera mitad del campeonato segunda, con 13, a tres puntos del líder Belgrano. En primera, el Rojo de Macacheen jugó con camiseta blanca, lo que nos obligó a usar a nosotros la alternativa negra por primera vez en el año. Lo arbitró Medina, muy bien.

02 abril 2010

Charlas del buffet, semana 5

Vemos el entrenamiento. Cuatro tres tres, así es como se tiene que jugar. Con líbero, centroforward y dos wines, dice Papá de Milton.

Abuelo de Milton, con la cabeza en el mundial de México setenta, dice: no, no, hay que jugar con cuatro defensores, dos mediocampistas y cuatro delanteros.

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Comentamos el fallo de la Liga, tres fechas a Constantino. Qué macanas hace Chicote. Igual ya está hablado: Chicote no nos dirige más en lo que queda del año. Eso fue al menos lo único bueno que salió del lío del domingo.

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Tomando mate, oímos el programa humorístico de las siete de la tarde y aparece un muñeco de All Boys que dice que el clásico verdadero es con Belgrano, porque Santa Rosa estuvo muchos años en la B. Qué verdes que están algunos, cuánto les falta pobrecitos. Si, bebé, dice Papá de Milton, en estos momentos el clásico nacional no es River Boca que van re mal, es Independiente Godoy Cruz, se para el país. Luego el muñeco dice: yo jugando en All Boys contra Belgrano nunca perdí. Ah, y el año pasado, le preguntan. Ah, bueno, sí, el año pasado perdimos. Claro, boludo, tienen la memoria de una mosca, como vas a pedirles que capten la idea de un clásico histórico, dice Tío Pumba. Bueno, dice Papá de Milton, no seas malo con el pibe, después de todo clásico es, lo que pasa es que no es super clásico.

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El Domingo hay que ganar.

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Si lo hacemos salimos de la primera rueda con diez puntos, lo que no está mal como base. Para clasificar entre los tres de arriba tal vez alcancen 20 puntos, así que estaríamos más o menos en ritmo de podio. Pero lo más importante es por otra cosa: hay que GANAR DE LOCAL, algo que todavía no nos salió. Está yendo mucha gente a la cancha y hay hacer que cuando se vuelvan salgan contentos.

Milton cree que vamos a ganar tres a cero, y, anoten esto, con tres goles de Gabriel Sayago.

Abrazos.