25 agosto 2009

26 de agosto

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Un día como hoy, pero hace dos años, el Albo volvio al barrio.

La reinauguración del Mateo Calderón es, para Milton, la refundación del Club, y una mañanita histórica.

Se había programado con acto para el sábado 25, pero llovió. Se hizo entonces el Domingo a las once, si no nos acordamos mal.



Miren cómo estaba la cancha.




El rival fue Guardavidas (que iba a terminar siendo campeón de la Copa) y le ganamos 2 a 0, con goles de Walter Nicollier y Juan Abaca.

23 agosto 2009

La Copa se mira y no se toca

Que quede claro, nosotros somos hinchas de Santa Rosa y punto, no tenemos doble camiseta.

Pero es imposible no mirar la Copa P., y saber que cuando miremos las formaciones el lunes nuestro corazón, vacante en este semestre, se reparte un poco entre Sarmiento, Anguilense y Macachín, incluso un poco de Villa Germinal, donde ha ido Oscarcito Bravo.

A todos ellos, mucha suerte y abrazos.

PD. Tio Pumba conseguio entradas para que vayamos a Rosario a ver Argentina Brasil, así que va a haber crónica de Milton desde el lugar de los hechos. También estamos ahorrando para Sudáfrica, pero ojo, antes tiene que clasificarse la selección. Si eso pasa, el año que viene, hacemos la novela del mundial.

09 agosto 2009

Postales del bicampeonato.

En un domingo sin fútbol que nos interese, mientras tomamos mate con bollitos, mientras esperamos el partidito de yapa con el Deportivo Che Guevara, miramos de vuelta la libretita del Tío Pumba y hacemos cuentas y memorias.

- Santa Rosa hizo 44 goles. Catorce goles más de los que pensábamos que iba a hacer. Hicimos 17 goles en el primer tiempo, 27 goles en el segundo. 20 goles de local, 24 de visitante.



Civ, arco de la calle Civit. Am, arco de la calle Ameghino. FM, fuera del Mateo.
PT, gol en primer tiempo. ST, gol en segundo tiempo.


- Santa Roza hizo 39 puntos. 19 de local, tomando como perdido el partido contra Campos, 20 de visitante. Son cuatro puntos más que los que pensamos que necesitábamos para salir campeón.

- Nos metieron cinco goles. Dos de tiro libre (Campos, Pampero). Uno de penal (Sarmiento primer partido). Sólo dos goles de jugada: Guardia y Sarmiento segundo partido. En ninguno de ellos hubo algún grave error de la defensa.

- El gol más lindo. Jesús Andrágñez, gol número 2 ante Unión Amistad. Gambeta de pie a pie entre tres entrando diagonal al área, el defensor pasa de largo y se cae de cabeza, el arquero se come el último amague y la pelota pasa lejos de él cruzada ante el segundo palo. Un gol ronaldesco.

- Los goles más gritados, premio empate entre Jesús Andrágñez (el gol del 2 a 1 contra Sarmiento en Villa Elisa) y Joaquin Susvielles (el gol del 3 a 1 en el Mateo contra Campos). El que queda en la retina es el primero, por esta tremenda foto al óleo.




- El gol más importante. Esto va a generar polémica y necesita una explicación. El gol más importante fue el de Coqui contra Sarmiento en la primera rueda. Recuerden que veníamos de empatar en Anguil, que no habíamos hecho muchos goles en partidos, que Sarmiento y Campos habían ganado en la primera fecha. Recuerden que íbamos perdiendo y con un jugador menos. Si lo dejábamos manejar el partido, Sarmiento iba a aumentar la ventaja. Y un comienzo con cero puntos en dos partidos hubiera sido desesperante. Antes de que todo eso se nos subiera a la cabeza, con el equipo muy tocado, a los diez minutos del primer tiempo Gaby Sayago hace una jugada individual, desborda por izquierda y tira un centro a la cabeza de Coqui. En todo el campeonato, Santa Rosa sólo estuvo atrás en el marcador durante ocho minutos, los ocho minutos que terminaron con ese gol. Milton cree que todo hubiera sido muy distinto sin ese gol.

- Menciones especiales: los dos goles de Pablo Alanís, el gol de Cartucho Maidana, el tiro libre contra Sarmiento de Martín Montigni, el gol penal de Marcelo Constantino.

- Frío / calor. El 12 de abril, en Ataliva Roca: 38 grados a la sombra. El 17 de Mayo en Toay, 10 grados -y lluvia-.

- Camisetas. Un partido con camiseta rayada albinegra (el debut en Anguil). Dos con negras (Sarmiento, segunda fecha, Unión Acha, última fecha). Todo el resto con camiseta blanca y pantalones blancos.

- Expulsiones. Montigni 3, Oscarcito Bravo y Fernando González 2, Cartucho Maidana y Mario Ibanbargoitía 1.

- Jugadores. De un plantel largo, de más de 30 chicos, 18 fueron titulares en algún partido.


- A todos ellos, más a los que entraron o entrenaron en algún momento, Milton les agradece y los abraza con las dos manos. Les desea suerte y los va a extrañar, hasta que nos volvamos a ver.

- Milton está bueno y tiene que agradecer a todo el mundo: a Mario Chávez que sacó fotos, a Facundo B., a Dezeo que dio todos los equipos, a Coller que hizo historia leyendo una vez el blog al aire y con quien hicimos las paces, al gran Kelo Quevedo y la 90.1 por seguir el fútbol en vivo siempre, a Panza y Agustín de Goles Pampeanos, a Guille, a Martín y a Gonzalo, al Grupo Musical Caramelo, gracias doy a la desgracia, y a la mano con puñal, porque me mató tan mal, y seguí cantando.

- Cantando al sol, como la cigarra. Santa Rosa salió campeón dos veces. Salió campeón en la cancha, con 44 goles, 39 puntos, 18 jugadores titulares y todo lo que vimos. Pero también sale campeón afuera. Recupera una mística, un relato, arma cosas. Genera cultura: videos, arte, fotos, leyendas, música, letreros, banderas, pirotecnia, eventos. Milton escribe la novela del ascenso. Gaby Sayago llama a la radio y, recaliente, se queja contra el tribunal de la Liga. Mateo Calderón va a todas las canchas y cumple con su parte. Un boludo arruina el cartel de la esquina escribiendo fuera servi trinitatis y dos dias después, el graffitti se tapa. Por primera vez se ve en la ciudad el festejo espontáneo de un equipo que no ha jugado. Todos le mandamos fuerza al gran Mario Montigni. Son pequeñas anécdotas de una pequeña institución, que con sus pequeños héroes, recupera autoestima, tiene rituales y cábalas y amor propio. Santa Rosa está en primera porque fue el mejor de la B, y está de pie, por todo lo demás. Gracias por este inolvidable bicampeonato, y fuerza Mario.

02 agosto 2009

El capítulo final

Tío Pumba llama a sus amigos de Acha y pregunta si hay garantías. Sí, le dicen, no pasa nada, esta es la ciudad de la amistad. Entonces no damos crédito a las amenazas y no vamos en helicóptero, vamos en el Torino azul.

En el viaje discutimos sobre la decisión de no jugar la Copa P. Milton está triste, y piensa que cada cosa que pase hoy será la última cosa que pase en el año.

Papá de Milton comprende la decisión: hay fatiga de materiales, necesidad de un parate, está bien que la foto quede congelada en esta vuelta y en este buen sabor de boca. Y de paso nos vengamos: si la Copa P. nos dio la espalda tres veces seguidas cuando la necesitábamos, ahora que no la necesitamos, no la vamos a ir a buscar.

Milton cree que hay que jugar siempre, que es muy lindo terminar el año invicto, pero que si Santa Rosa es un club que hace fútbol, y ninguna otra cosa por ahora, parece un poco amarreta la dosis de jugar 16 partidos y hacer la plancha, por más que se haya conseguido el objetivo. Igual, será cuestión de aprovechar el descanso y, precisamente, no hacer la plancha, sino acomodar lo mejor posible un par de cosas que tenemos pendientes o en el aire, y después volver con más ganas para afrontar el gran año del futbol: el albo en primera y argentina en el mundial.

Al llegar a la cancha notamos algo. Algunos estadios tienen como arma secreta la altura; otros, el viento; otros, el césped muy crecido que quita piernas; otros, un piso desparejo que impide jugar bien; otros, la hinchada. Unión Acha tiene una cancha encajada en el medio de un médano de arena y piedras, y su arma secreta es el polvillo. Qué gigante de arroyito, Milton cree que Argentina Brasil debería jugarse ahí, victoria garantizada.





Unión Acha 0 - Santa Rosa 4


El partido se jugó en el Estadio "El Polvillo" de Unión Acha. Asistencia: 160 espectadores de Acha, 149 espectadores de Santa Rosa. La temperatura era de 16º C y el clima estaba soleado, con viento más o menos fuerte. Santa Rosa jugó con camiseta negra de mangas blancas como la que usaban los nazis en "Escape a la Victoria" (la película donde Stallone hace de arquero y que tiene dos escenas muy lindas para el hincha argentino: la parte en que Ardiles tira una bicicleta y la parte en que los nazis lo lesionan a Pelé). Unión Acha jugó con camiseta blanca con rayas verticales rojas, como las chivas de Guadalajara.

147 días después del primer amistoso con Gimnasia de Darregueira, 126 días después del primer partido oficial con Anguilense, el albo sale a la cancha formando con Michelena; Epinal, Constantino, Ibanbargoitía y Bravo; Montigni, Maidana, Agüero y Sayago; Susvielles y Andrágñez.


Mientras tanto: Guardia le gana a Campos y queda tercero en la tabla. El consuelo de Campos es que en ese partido saldrán campeones de la reserva, y sus chicos tendrán una tremenda recibida en la Virgen de Acha. El que para nosotros es el tercer mejor equipo del torneo, Pampero de Ataliva, le va a meter cuatro a Unión y Amistad. Santa Rosa terminará once puntos por encima del segundo en la tabla oficial, que serían catorce si la tabla fuera la de resultados en cancha. Sarmiento, que todavía en la segunda rueda era candidato al título, va a terminar quinto luego de ser derrotado en Anguil 2 a 1.

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Nos atrasamos un poco, porque nos cayó mal el asado que nos comimos después. Igual el partido no da mucho para la crónica, pero no porque haya sido aburrido. Si no nos ponemos exquisitos podríamos contar siete u ocho chances de gol claras en el primer tiempo. Las más claras fueron un penal para ellos, que el señor de Acha tiró afuera, y para nosotros un insólito mano a mano, con pelota dominada de ¡Mario Ibanbargoitía! que al definir mostró por qué jugaba de 6 y no de 9. También tendríamos que contar la expulsión de Martín Montigni, por exceso verbal, a los 36 del PT. La expulsión es injusta, pero a la vez, una expulsión evitable. Lo voy a decir, esto, una sola vez: Martín, comunicate con Milton y te damos los cinco consejos secretos para evitar expulsiones, incluyendo la poco conocida estrategia de la gotita de sangre.

Santa Rosa no necesitaba "dominar", o tener a su rival "en un arco", para generarse oportunidades de marcar cada vez que se lo proponía. No nos vamos a ensañar con detalles: Union fue respetuoso, no pegó mucho, tuvieron la gentileza de meter el camión regador en el entretiempo para que no nos asfixiara el polvillo, aplaudieron la vuelta olímpica al final, y tienen una buena reserva (nos ganaron tres a cero). Pero son dos equipos de muy diferente nivel: el albo, un grande histórico de la provincia, está, tal vez, a la altura de los mejores cinco de toda la liga (A y B), y Unión ha terminado último en el primer campeonato que juga en su corta historia. Y no vamos a dejar de recordar que nos hicieron un gran, gran, favor cuando le empataron a Campos en la primera fecha de las revanchas, ese traspié de nuestro rival directo nos dio mucha tranquilidad para encarar la segunda rueda.

En fin, los goles que no entraron en el primer tiempo sí entraron en el segundo. El cronómetro de Papá de Milton marca 39seg08/100 ST cuando Jesús marca tarjeta con su gol 16mo. en 16 partidos: un chicotazo bajo, cruzado. Antes y después de eso Jesús y Coqui quisieron hacer goles de emboquillada, pero siempre se les iban afuera o al costado.

El segundo gol fue de penal al mismo Jesús y luego de debatir un poco, se resuelve que el gran Marcelo Constantino merece estar en la tabla de goleadores.

El arquero de Unión -que hizo el penal, y que debió ser expulsado por último recurso, pero el juez se apiadó- se tira bien, pero la pelota va muy esquinada. Así el dos mete el gol dos, y es otra vez un momento para el álbum. Todo Santa Rosa camina a saludar a Marcelo Constantino, chico de All Boys, muy buena persona, uno de los cinco que jugaron siempre, nada más que dos o tres amarillas y prácticamente cero cagadas en 16 partidos jugando de líbero, uno de los responsables de que nos hayan hecho nada más que cinco goles en todo el campeonato.

Tío Pumba mira en su libreta la estadística de penales que pateamos. Fueron cinco y ninguno fue afuera del arco. A Agüero (contra Anguil) y a Sayago (contra Pampero) se los atajaron, Jesús metió dos (Campos, Uriburu) y Constantino se anota hoy en la lista. Total, 3 de 5.

Y en penales en contra, le preguntamos. No tiene anotado nada, pero hace memoria: Fiol lo metió, Otamendi lo pateó tres metros a la derecha, el chico de Unión y Amistad tiró un penal un metro arriba en el partido de la primera rueda, y el señor que pateó hoy la tira fuera por izquierda. El mono no atajó ninguno, pero zafamos en 3 de los 4.

Mientras pelotudeamos con la libretita el partido sigue y Santa Rosa pudo haber hecho cuatro o cinco, pero al final traerá dos pepas desde el banco: Pablo Peredo mete primero uno y después otro, los dos últimos goles de Santa Rosa en el año.

A todo esto, en este blog todavía no hemos dicho gracias a los jugadores. No lo vamos a hacer ahora, porque todavía no terminamos de decir todo. Nos queda un suplemento especial del campeonato, que vamos a hacer el domingo que viene. Nosotros tampoco queremos irnos.

Al final del partido el equipo da otra vez la vuelta olímpica, medio cortita porque tamos cansados y tal vez un poco mareados, pero no menos emotiva, porque sabemos que es la última, no la última del club, pero sí la última del año. Milton se da cuenta que es probable que estos mismos 16 chicos que entraron ayer no vuelvan a estar nunca más juntos, exactamente ellos, en una cancha, con la misma camiseta.

Es una pena, pero todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina. Mientras Papá de Milton canta, Tío Pumba acota: "Y olvide aquello que una vez pensaba / que nunca ascendería / nunca ascendería". Hay que congelar el momento, hay que sacar fotos en la retina. Varios jugadores terminan la vuelta al lado del alambrado y entregan y tiran sus camisetas.

El polvillo va cubriendo el estadio a medida que se van los autos y escarban en la arena. Es un polvillo liviano, que no cae, queda suspendido en el aire, los últimos rayos de sol caen de costado y el efecto es como cuando en los boliches ponen humo.
Todavía hay olor a tierra mojada, del regador.

De a poco, las bocinas dejan de sonar, y nos vamos. O, mejor dicho, volvemos.

01 agosto 2009

La solución al juego de Tío Pumba

Antes de que me puteen: yo les dije que era difícil.

Varios de las respuestas estuvieron cerca en el concepto de que eran goles.

Bueno: la lista del concurso era la tabla de goleadores del arco de la calle Ameghino durante este campeonato.

También tenemos la tabla de goleadores del arco de la calle Civit.

J. Andrágñez 6
J. Susvielles 2
M. Montigni 1
F. González 1
P. Alanís 1
C. Maidana 1
P. Peredo 1

En el Mateo se jugaron 9 partidos, los ocho en que fuimos local, más el de Unión y Amistad en primera ronda. En esos 9 juegos metimos 13 goles en el arco de la Calle Civit y 11 goles en el arco de la calle Ameghino (el arco de la popular local).

Cuando termine el campeonato y esté todo atado, les ponemos dos o tres estadísticas irrelevantes como estas.

PD. Como el concurso quedó vacante, la camiseta se la mandamos por correo argentino a un primo de Milton, fana del albo, que vive muy muy lejos, y que todos los domingos nos mandaba mensajitos preguntando cómo salíamos.